Mi amigo Jorge Gallego.

Si soy sincero no recuerdo ni el año ni el día en el que lo conocí, pero lo que si recuerdo es la sensación que tuve ese día, la sincera sensación de que seriamos amigos para siempre. Mi infancia no tendría sentido sin el, Jorge Gallego.


Seria imposible calcular la cantidad de horas que hemos pasado juntos, la cantidad de patadas que hemos dado a un balón, o la cantidad de partidas que hemos jugado juntos  a una GAME BOY, pero lo que aun es  mas difícil de calcular son las horas y horas que hemos hablado... La cantidad de historias que nos hemos contado y la cantidad de bobadas que hemos dicho !!!
Como no acordarnos de esas 100 pesetas que nos gastabamos en el quiosco, teníamos esa infantil sensación que podríamos comprar infinidad de regalices,  patatas fritas, guindillas ultrapicantes y como no nuestros tan apreciados Tazos de pokemon.
Durante muchos años tuvimos grandes amigos pero con el paso del tiempo nos fuimos distanciando poco a poco (una lastima), pero Jorge y Héctor (los niños de la pelota de Michael Schumacher !!!) nunca dejamos de serlo  y eso des una de las cosas de las que me siento mas orgulloso. 
Ahora algunos años después seguimos disfrutando de nuestros paseos (o mejor dicho carreras) por el centro de Salamanca, de las napolitanas de chocolate y de como no nuestras partidas de Billar.
Me alegro mucho de ser igual de  amigo tuyo o incluso más que el primer año y espero serlo durante toda mi vida. Esto que escribo de el es una insignificancia ya que podría escribir libros o mejor dicho novelas de todas nuestras anécdotas y vivencias juntos.


Jorge gracias por hacerme pasar tan buenos momentos.

Un saludo y ... khlav kalashhhhhhhhhhhhhh ¡¡¡¡¡